LA AVENTURA LE ESPERA...
Suba a bordo del legendario Venice Simplon-Orient-Express en Verona. Después de instalarse en su cómodo camarote, diríjase a uno de los vagones restaurante bellamente restaurados para disfrutar de un suntuoso almuerzo de tres platos.
A continuación, disfrute de una tarde relajante mientras el tren atraviesa los impresionantes paisajes de Italia. Su camarero le servirá una selección de pasteles con té y café en su camarote.
A primera hora de la noche, disfrutará de una suntuosa cena de cuatro platos, preparada a bordo por nuestro equipo de expertos chefs. Más tarde, si lo desea, puede quedarse en el vagón club "3674", escuchando al pianista residente tocar en el piano de cola y charlando con otros pasajeros antes de retirarse a dormir. Cuando esté listo, regrese a su camarote, transformado en un cómodo dormitorio.
UNA FORMA ESTUPENDA DE PASAR EL DÍA
Un desayuno continental se sirve en su camarote cuando el tren llega a la Gare de l'Est en París. No dude en estirar las piernas en el andén mientras hacemos una pausa para recoger provisiones.
Mientras el viaje continúa hacia Bruselas, disfrutará de un delicioso brunch. Antes de prepararse para desembarcar, aproveche para visitar nuestra boutique a bordo, donde encontrará elegantes regalos y recuerdos exclusivos.
Embarcar a bordo del Venice Simplon Orient Express no consiste en tomar cualquier tren en marcha. 17 vagones azul y oro surcan Europa durante más de 30 semanas al año. El Venice Simplon Orient Express posee 11 coches-cama construidos entre 1926 y 1931. Para vivir esta aventura como antaño, los cuartos de aseo han sido restaurados identicamente y ofrecen agua caliente producida por estufas pequeñas. Los otros vagones del tren también les sumergirán en la época de « los años locos » ya que cada detalle ha sido estudiado para seguir siendo fiel al tren de aquella época... el tiempo queda suspendido... y la elegancia del lugar y de sus compañeros de viaje les transporta hacia otra dimensión, otro tiempo...
Sus comidas a bordo serán inolvidables. La luz ligeramente filtrada crea el ambiente y los manteles bordados, los vasos de cristal y los cubiertos de plata les invitan a una cena de la que se acordarán toda su vida. Los menús combinan ingeniosamente las gastronomías francesa e italiana, la influencia de una o de otra haciéndose sentir aún más según el sentido del tren. La calidad de los platos, añadida a la belleza del decorado, explica que el tren se haya reconocido como miembro de honor de « Relais et Châteaux ».